La política de depósitos para tatuajes es un aspecto fundamental que ayuda a garantizar tanto la reserva del tiempo del artista como el compromiso del cliente. Al realizar un tatuaje, el proceso implica no solo la creación de un diseño único, sino también una inversión considerable de tiempo y recursos por parte del tatuador. Por ello, se solicita un depósito al momento de agendar la cita. Este depósito suele representar un porcentaje del costo total del tatuaje y se descuenta del precio final al momento de realizar el trabajo.
Es importante tener en cuenta que el depósito es considerado como una garantía y, por lo tanto, no es reembolsable. Esto significa que, en caso de que el cliente decida cancelar o reprogramar la cita, el depósito se retendrá para compensar la pérdida de tiempo y la posibilidad de no poder reprogramar ese espacio con otro cliente. Esta política ayuda a mantener la seriedad y el compromiso en la relación entre el artista y el cliente, asegurando que ambas partes cumplan con sus responsabilidades.
Al establecer esta política, el estudio busca crear un ambiente profesional y de confianza. Es recomendable que los clientes lean cuidadosamente los términos antes de realizar el depósito, para evitar malentendidos y asegurar que están de acuerdo con las condiciones estipuladas. Además, ofrecemos opciones flexibles para reprogramar citas con un aviso de al menos 48h antes del tatuaje, lo que permite al cliente gestionar su compromiso sin perder su depósito, siempre y cuando se notifique con suficiente antelación.